Septiembre, vuelta al cole y dieta sana
Con el comienzo de las clases, se establecen también ciertas rutinas de trabajo, horarios, sueño, actividades…. y no faltan las alimentarias. Dejamos atrás los excesos veraniegos, los helados en la piscina, las chuches de los abuelos o los picoteos en la playa, para recuperar el desayuno acostumbrado, los almuerzos del recreo o las cenas tempranas y ligeras.
A veces, no es suficiente con recuperar el orden. Es muy importante que los pequeños de la casa adquieran hábitos saludables desde bien temprano. De esta manera, mejorarán su salud, su bienestar, su energía, su calidad de sueño y su rendimiento.
Recomendaciones para una alimentación saludable en niños
- Trata de planificar los menús y cuidar la presentación.
- Respeta sus sensaciones de hambre y saciedad y ajusta las porciones a la actividad diaria del niño.
- Intenta crear un ambiente sin distracciones (p. ej. Tele o móvil).
- Prepárale un desayuno completo a diario para que empiece el día con suficiente energía y pueda rendir adecuadamente.
- Ve aumentando la variedad de los alimentos poco a poco. Así se acostumbra a nuevos sabores y texturas.
- Incluye de manera habitual frutas y hortalizas en su dieta. Son una muy buena fuente de vitaminas y minerales, y además aportan fibra.
- Si algo no le gusta, no lo fuerces a comérselo. Preséntaselo en distintas ocasiones y preparado de forma diferente.
- Modera el consumo de bollería, salsas y alimentos precocinados.
- Cocina con tus hijos. Les divierte y ayuda a aceptar nuevos alimentos.
- Prepara las carnes para que sea fácil masticarlas: albóndigas, hamburguesas caseras, carne guisada.
- Retira las espinas en los pescados o escoge los lomos.
- ¡Hidratarse es fundamental! Cuida que beban suficiente agua y que tengan siempre su botella cerquita.
- Completa la dieta con ejercicio físico adaptado a la edad y preferencias del niño/a.
- Acostúmbrale a comer lo mismo que el resto de la familia, sin diferencias.