Cocinar pavo al horno siempre es una buena solución
Si estás buscando una técnica para cocinar el pavo, el asado en el horno es perfecta. La técnica del asado es ideal para cocinar piezas grandes de pavo, aunque hay que diferenciar los cortes que proceden de la pechuga de los que proceden de la pierna, ya que el tratamiento en el horno debe de ser diferente.
¿Qué hacer para que la pechuga de pavo quede jugosa?
La pechuga en el pavo es una pieza tierna, magra y de sabor suave, y conseguiremos su máxima expresión sometiéndola a cocciones cortas y a temperaturas moderadas. Si quieres asar piezas que se extraigan de la pechuga, como el solomillo, lo ideal es que el asado lo hagas en papillote. Así, la carne se cuece en su propio jugo y el alimento no pierde sabor.
¿Cómo se cocina la carne de pavo en papillot?
El papillot o papillote es una técnica culinaria muy sencilla de ejecutar, ya que lo único que has de hacer es envolver el alimento en papel de aluminio, dejando algo de aire, y vigilando que quede bien sellado. Eso sí, no cocines piezas demasiado grandes, ya que estas requieren bastante tiempo de cocción, y la gracia del papillote es que la cocción debe de ser corta, en torno a 15-30 minutos. En el propio papillote puedes añadir especias o hierbas aromáticas, así como un chorrito de AOVE. También admite guarnición añadiendo hortalizas cortadas en el propio envoltorio. La temperatura del horno ideal estará en unos 160º C, logrando así en el interior del papillote una temperatura moderada.
Ventajas de cocinar en papillot la carne de pavo
- Requiere pocas grasas
- Es una cocción rápida
- Es una técnica muy limpia
- Conserva la jugosidad de alimento y todo su sabor
Eso sí, los alimentos cocinados en papillote son para consumo inmediato, porque si los guardamos en un tupper y los recalentamos, pierden la gracia.
Pavo al horno, técnica clásica
Otra manera de cocinar pavo al horno es en la misma bandeja de horno a una temperatura que ronde los 180-200ºC y con unas cocciones algo más largas en el caso de piezas como la pierna entera o los jamoncitos. Se puede cocinar como un asado, con adición de algún caldo, patatas y verduras, y durante una hora, incluso hora y media si se trata de una pieza grande como la pierna. Vigila siempre que la carne esté bien hidratada para evitar que se queme en la superficie. Un buen ejemplo de pavo al horno son estos jamoncitos de pavo.
Los asados en el horno se pueden guardar perfectamente en la nevera para comer otro día, aunque lo más apropiado con las carnes como la de pavo, es desmigar las sobras y usarlas para elaborar croquetas, ensaladas, crêpes…