Cómo cocinar bien a la plancha

Cómo cocinar a la plancha

¿Sabías que la mayoría de las personas, en contra de lo que creen, no cocinan a la plancha, sino que fríen los alimentos? El abuso de aceite al pretender utilizar esta técnica es constante en las cocinas españolas, tanto en restaurantes como en los hogares, y los beneficios de la técnica se pierden así.

Aprender a cocinar a la plancha

    Para que un alimento elaborado a la plancha conserve todas sus propiedades y su contenido calórico no se vea aumentado, el uso de aceite debe de ser mínimo. ¿Y cómo se consigue esto? No añadiendo el aceite a la plancha o a la sartén, sino al propio alimento.   Cuando está técnica se utiliza bien permite obtener bocados deliciosos, que conservan todas sus propiedades como los nutrientes y el sabor, y además son saludables.   Una de las cosas fundamentales es que los alimentos sean de calidad y estén lo más frescos posible. Piensa que la plancha es una técnica que no requiere de salsas ni de aliños, es decir, no se maquilla en absoluto el sabor propio del alimento.  

7 trucos para cocinar a la plancha

Si quieres que los alimentos que cocines a la plancha queden bien, te damos siete trucos indispensables que no debes olvidar:

1. Vigila que la superficie de la plancha o sartén esté perfectamente limpia.

De este modo evitarás que el alimento absorba aromas y sabores ajenos.

2. La plancha debe estar muy caliente.

Se debe cocinar a fuego alto las piezas finas y pequeñas, y a fuego más moderado las que tengan un grosor mayor y sean más grandes.

3. Echa los alimentos a la plancha caliente previamente untados de aceite de oliva.

Lo ideal es pintarlos con un pincel evitando así un exceso de grasa. Si no tienes, puedes untarlos con las manos.

4. No uses tenedor para darle la vuelta.

Si pinchas los alimentos, conseguirás que se escapen algunos jugos y queden más secos. Utiliza una espátula o unas pinzas.

5. Añade la sal después de la segunda vuelta.

De esta manera, conseguirás que los jugos se conserven en su interior.

6. Sirve los alimentos recién hechos.

Así resultan más sabrosos.

7. Añade especias a la carne para aportar mayor sabor.

Si quieres darles una nota de sabor sin añadir calorías, puedes usar distintas especias por como tomillo, romero, pimienta o pimentón.