Consejos para conservar bien los alimentos en verano

En verano los alimentos se estropean más, por ello, hay que extremar las precauciones para evitar intoxicaciones alimentarias.

¿Cómo conservar correctamente los alimentos?

Los primeros pasos para conservar bien los alimentos comienzan en el mismo momento de la compra. En el caso de los productos frescos no envasados utiliza siempre guantes para tocarlos, y fíjate muy bien que la fruta y la verdura no presente golpes, y que no esté demasiado madura. No se trata de comprarla verde, pero sí en un punto justo de maduración que permita su conservación unos días más. Por ello, es mejor que compres en pequeñas cantidades. Así, además de evitar que se estropee, contribuirás a tu ahorro personal no tirando comida. Respecto a la carne y el pescado, fíjate en su color y en su olor para comprobar que están en buenas condiciones. En los pescados, un indicativo de frescura son los ojos abultados, la pupila brillante y la córnea transparente. En los productos envasados comprueba siempre la fecha de caducidad o de consumo preferente, y si estos son refrigerados o congelados, cógelos justo antes de acabar tu compra. De este modo, evitarás romper la cadena de frío, básica para mantener los alimentos en buen estado.

La importancia de extremar la higiene en la cocina

Otra cuestión importante es extremar la higiene en la cocina. Cada vez que vayas a manipular un alimento, procura tener las manos bien limpias, así como los utensilios que vayas a usar y las superficies de la cocina. Además, no utilices el mismo cuchillo para cortar distintos alimentos. De este modo, evitarás la contaminación cruzada.

¿Cómo hay que ordenar los alimentos en la nevera?

En la nevera debes tener bien ordenados los alimentos. Así, los más conveniente es que sitúes en el fondo los que tardan más tiempo en caducar, y a la vista todos los que tengan una caducidad más temprana. Por otro lado, las carnes deben ir en la zona más fría de la nevera y, por el contrario, las frutas y verduras en la más templada. Y no olvides moderar tus aperturas de la nevera. Cuanto menos la abras, menos desperdicio de energía, y mejor conservación de los alimentos.