Todos a la mesa… ¡Y a los fogones!

La cocina en familia no solo es una actividad muy divertida para pasar un buen rato con los nuestros, sino también un hábito muy positivo que debemos fomentar, en la medida de lo posible, con nuestros hijos y así compartir más tiempo con ellos.

Son momentos ideales para estrechar lazos, compartir las vivencias del día a día de cada uno de los miembros de la familia y, por supuesto, para transmitir hábitos a los más pequeños. De esta forma podremos empezar a fomentar una alimentación saludable y equilibrada.

Si eres de los que piensa que la cocina en familia sólo lleva a perder el tiempo y a convertir la cocina en un auténtico campo de batalla con todo patas arriba, queremos que destierres esa idea.

En Procavi te contamos cuáles son los beneficios de conseguirlo. Cuando los conozcas, ¡seguro que tú también te aanimas!

¿Por qué cocinar en familia?

Unir a todos en la cocina es algo más que una actividad de ocio, es una forma de transmitir valores a nuestros hijos y desarrollar en ellos ciertas capacidades. ¡Sigue leyendo y aprenderás cuáles son!

1. Habituar a los niños a cocinar es ayudarles a experimentar con nuevos sabores. Cuando ellos son protagonistas en la preparación del menú, son mucho más propensos a probar el resultado. Incluso con alimentos que en otro contexto difícilmente querrían probar. En definitiva, los niños comerán mejor.

2. Ayudaremos a nuestros hijos a ser más planificadores. Permite que te acompañen al súper y hazlos partícipes en la compra. De esta forma, aprenderán lo necesaria que es la planificación en nuestra vida cotidiana.

3. Promover que tus hijos cocinen para toda la familia también ayuda a que aprecien el esfuerzo que supone esto. Apreciarán lo que comen y se volverán mucho más agradecidos con el esfuerzo que hacen sus padres a diario.

4. Estrechamos lazos entre padres e hijos. Nuestro día a día nos deja poco tiempo para disfrutar de momentos en familia. Por lo que el momento de cocinar es idóneo para charlar con nuestros hijos.

5. Aumenta su autoestima. Felicítales por lo bien que se manejan entre fogones. No hay nada que les haga sentir mejor que recibir reconocimientos de sus seres queridos.

6. Hacer partícipes a los niños de las tareas del hogar los ayudará a ser más responsables y a valorar la importancia de realizarlas.

¿De qué se pueden encargar los más pequeños?

A la hora de cocinar, estudia qué tareas fáciles son de las que se puede encargar tu hijo. Por ejemplo, si estáis preparando unas mini brochetas Tex-Mex de pavo, deja que se encargue de preparar una ensalada multicolor con todos los ingredientes.

O también, se pueden encargar de poner los ingredientes a una pizza casera con carne fresca de pavo cortados en trocitos a modo de carita sonriente. E, incluso, ayudarte a realizar un bizcocho o elaborar galletas con moldes originales.

Echa un ojo siempre a lo que andan haciendo y, por supuesto, encárgate tú de las labores más peligrosas como, por ejemplo, meter o sacar algo del horno o usar el cuchillo. Si eres primeriza o tita y no estás habituada a tratar con pequeñines seguro te vienen muy bien estos consejos prácticos.

Trucos y consejos

Seguro que a estas alturas del post, ya estás más que animad@ a cocinar con toda tu familia. Pero antes, para finalizar te vamos a dar unos tips para que todo vaya sobre ruedas.

1. Cocinad un plato de preparación fácil y que permita el juego. Por ejemplo, podéis preparar varios platos y hacer una divertida competición.

2. Añade en tus recetas, verduras que en otro contexto tu hijo se negaría a probar. Así garantizarás que aprendan a tolerar otros alimentos.

3. Sé paciente y didáctico. Explica a tu hijo todas sus dudas y enséñale cómo seguir los pasos de una receta. Lo importante es que se divierta y aprenda.

Familia, hoy no sólo compartimos mesa, también compartimos fogones. ¡Poneos el delantal, es hora de cocinar!