Comer rico y sin gluten no tiene que ser una odisea

¿Comer sin gluten y que nuestras papilas gustativas no sufran es posible? ¡Claro que sí! Cuando le detectan celiaquía a alguno de nuestros hijos, pareja o, incluso, a nosotros mismos, nos tiemblan las piernas a la hora de hacer la compra en el supermercado. Nos entran miles de dudas sobre qué o qué no pueden comer las personas afectadas por esta intolerancia. Nos preguntamos cómo podemos identificar qué alimentos son aptos para estas personas y como no, cuánto va a suponer comprarlos a nuestro bolsillo.

Hasta que no te encuentras frente a frente con la celiaquía, no caes en la cuenta de todos los productos que llevan gluten: repostería, panes, pastas, cerveza… Esto, hace décadas, significaba tener que olvidarse de muchos caprichos. Actualmente, la industria alimentaria ha evolucionado bastante en este sentido y ya podemos encontrar muchos más productos en los lineales aptos para celíacos. Un gesto que agradecemos especialmente los cerveceros y los golosos, que ¡ya podemos disfrutar de su versión sin gluten!

Cómo reconocer los productos sin gluten

Existen varias normativas que regulan los productos sin gluten y su etiquetado. Son tediosas de entender, pero para eso estamos nosotros aquí, para hacértelo mucho más fácil. Fundamentalmente lo que nos vienen a decir, es que los fabricantes tienen que indicarnos obligatoriamente qué alimentos envasados tienen cereales con gluten como ingredientes. Y además, para que de un solo vistazo lo identifiquemos, lo deben destacar tipográficamente en la etiqueta. En el caso de que el producto no tuviese una lista de ingredientes como tal, se nos mostrará utilizando la palabra “contiene” seguido del alérgeno en cuestión (en este caso gluten).

Además de esta información obligatoria por ley, hay marcas que nos quieren facilitar tanto la vida que además, nos señalan la información sobre trazas. La contaminación cruzada es importante tenerla en cuenta. Hay fabricantes que nos informan también de la posible presencia de sustancias o productos que causen alergias o intolerancias. Pero no olvidemos, que ésta es una declaración voluntaria, que a quien la lleva a cabo, se lo agradecemos bastante.

¡Pero aún hay más garantías! ¿Sabías que en algunos alimentos podemos encontrar ciertos símbolos que nos alertan de la no presencia de gluten en ese producto? No dejan de ser sistemas de certificación de diferentes organismos, que ofrecen más confianza al usuario que sufre este padecimiento y que, en cierta forma, facilitan el proceso de compra al permitir identificar los productos de un solo vistazo. En nuestro país los principales sistemas empleados son: marca de garantía “controlado por FACE” y el sistema de licencia europeo espiga barrada “ELS”. Este último es el símbolo internacional sin gluten y lo regula la AOECS (Sociedad de Asociaciones de Celíacos de Europa). Para que un producto cuente con este reconocimiento tiene que haber sido sometido a estudio y demostrar que no tiene más de 20 ppm (mg/kg) de gluten. La marca de garantía “Controlado por FACE” es una certificación similar que establece que el producto final tenga un máximo de 10ppm (mg/kg) de gluten. Si los vemos en algún producto, respiremos tranquilos, ¡ese alimento es apto para celíacos!

¿Comer rico siendo celiaco? ¡Claro que es posible!

¡No seamos catastrofistas! Hay una lista interminable de alimentos que podemos tomar siendo celiacos ya que están exentos de gluten por su propia naturaleza. Y otros muchos, en los que la industria de la alimentación trabaja constantemente con el fin de hacerlos aptos para estas personas. Los alimentos como la carne, el pescado, la fruta, las verduras, la patata o el arroz no tienen gluten y son la clave para llevar a cabo una dieta equilibrada.

Hay infinidad de recetas aptas para personas que no pueden tomar gluten. ¿Has probado el arroz con pechuga de pavo y nueces? Este plato, por ejemplo, es perfecto si buscas un almuerzo libre de gluten que, además de ser equilibrado, tenga un punto exótico. Otro plato apto para celíacos y muy apetitoso, es el crep sin gluten de champiñones y pavo. Para hacerlo, tan solo tienes que sustituir la harina de trigo del crep por preparado panificable sin gluten que puedes comprar en el supermercado.

Disfrutar de la comida y de la cocina siendo celíaco es posible. Sólo es necesario cambiar un poco nuestros hábitos:

  1.  Utiliza ingredientes primarios sin gluten como, por ejemplo, la carne de pavo.
  2. Emplea en tus platos otras harinas alternativas a la de trigo como, por ejemplo, la de garbanzo o la de arroz.
  3. Haz tus propias salsas. Para ello, la harina de maíz es imprescindible.
  4. Utiliza menaje de metal y no de madera para preparar tus platos. Ya que la madera es un material poroso que puede albergar partículas con gluten de otras recetas preparadas que sí lo lleven.
  5. En relación al punto anterior, evita la contaminación cruzada. Es importante cocinar primero los platos sin gluten, no reutilizar aceites y no compartir cierto menaje como una freidora o las tablas de cortar los alimentos.

Actualmente, como sabemos, el único tratamiento contra los inconvenientes ocasionados por la intolerancia al gluten es llevar una dieta libre de este compuesto. Y, aunque en un primer momento sea pesado de llevar, aprendiendo a leer las etiquetas y evitando la contaminación cruzada en nuestras cocinas, todo irá sobre ruedas. ¡Comer rico y sin gluten también es posible!

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